Beatriz de Moura* se considera una ELIR… ¿Qué es esto? Se
trata de Editores Literarios Independientes y Rigurosos, etiqueta utilizada por
ella y que forma parte de su marca personal. ¿Qué distingue a este tipo de
editor de los demás? “Estoy convencida de que los editores literarios son, ante
todo, intelectuales, o sea personas esencialmente comprometidas en el quehacer
cultural de la sociedad, que reflexionan sobre él, sus mecanismos y
consecuencias, y que, mediante la elección que hacen de autores y textos,
expresan su pensamiento y sus afinidades literarias y artísticas”, explica De
Moura. Y de eso se trata, de conformar el catálogo con las lecturas del editor,
crear un recorrido que cambia y que se amplía conforme pasa el tiempo. En estos
casos, el público juega el papel de confirmar o no que este editor está en lo
cierto, que elige bien, que lee bien. El lector sigue al editor confirma su buen gusto.
Para ser un ELIR hay que cumplir, según la directora de
Tusquets, tres características:
Relación con los autores: “El mutuo, tácito
entendimiento ―hasta yo
diría complicidad― intelectual que, lentamente, mediante ese proceso de
recíproca necesidad, confianza y ósmosis de afinidades, se va forjando entre
ellos y sus autores, complicidad que, en algún caso, trasciende a la vida
misma, convirtiéndose en una franca y duradera amistad”.
Necesidad
de independencia: “La segunda característica radica en la necesidad de total
independencia en la que necesitan trabajar para expresarse según les sugiere su
línea de pensamiento. Para ello, naturalmente, deben sustraerse a todas las
imposiciones. (…) por ejemplo: a exigencias de rendimiento comercial a corto plazo o a limitaciones ideológicas”.
Relación
con su doble comercial: “Para que su
proyecto editorial, intelectual, sea viable no tienen más remedio que actuar
también como los empresarios desconfiados y puñeteros en los que, en principio,
se resisten a reconocerse, pero que son, o, en todo caso, deben ser también
indefectiblemente. O sea que, en resumidas cuentas, para poder seguir siendo
independientes, deben imponerse ellos mismos, en cada momento, en cada decisión,
sus propias condiciones, sus propios límites”.
Estos tres elementos son los que definen, o deben definir, la
personalidad del editor literario. Asimismo, también lista algunas cosas que el
editor nunca puede hacer, como por
ejemplo: contratar un libro sin leerlo, contratarlo porque ganó un premio literario o porque
creemos que se puede vender; tampoco tenemos que ofrecer sumas grandes de
dinero que no estén proporcionadas con la capacidad económica de la empresa,
producir un libro sin revisar la traducción o editarlo sin mantener una
conversación intelectual con el autor.
Sea como sea, el ELIR nunca deja de pensar en el público y no
debe descuidarlo. Constantemente tiene que traer nuevas ideas, autores y temas,
pero a la vez, debe ser fiel al estilo y la línea editorial.
* Beatriz de Moura es una editora brasileña y directora de Tusquets
Editores junto con su esposo Oscar Tusquets. Luego de 45 años entregó el mando de
director editorial a Juan Cerezo.
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