jueves, 20 de noviembre de 2014

El proceso

Los capítulos cuatro y cinco del libro de Gill Davies Gestión de proyectos editoriales (Fondo de cultura económica, 2005) repasan los diferentes problemas que pueden surgir entre el autor y el editor y a lo largo del proceso de edición una vez adquirido el original.
Davies propone hacer un seguimiento al autor, presionarlo un poco para que se tome en serio las fechas de entrega y evitar retrasos, ya que, si este se retrasa, todo el proceso también lo hace y causa, en la mayoría de los casos, una pérdida económica. “En el momento de acordar los términos y condiciones del contrato, diseñe un sistema de comunicación que sea cómodo para ambas partes. [...] Pero recuerde que tal seguimiento no consiste solamente en controlar el cumplimiento de los plazos, sino también en encontrar formas de apoyar al autor en su tarea”, sugiere Davis, quien además sostiene que muchos autores piden ayuda al editor para que lo oriente en el proceso de escritura y revise la solidez del texto. También recomienda la autora tener un cronograma “oficial” y uno “paralelo” con las fechas pautadas y las fechas probables de entrega calculando los posibles retrasos.
Una vez recibido el original, este debe pasar por la corrección de estilo. Sin embargo, Davis asegura que antes de esa recepción el editor debe asegurarse de que el autor haya pedido las autorizaciones pertinentes por los textos o imágenes usados que pertenecen a otro autor, ya que la obligación de pedir estos permisos recae sobre el autor. Una vez terminado esto, se realiza la corrección que debe ajustarse a la hoja de estilo que tiene la editorial, pero teniendo en cuenta que si el autor pide alguna palabra en particular que esté fuera de esta hoja, el corrector debe hacer este cambio. Siempre hay que controlar que el manuscrito esté completo, sin ningún faltante y con una escritura clara que se ajuste al pedido previamente hablado con el editor.
Otro aspecto muy importante es la promoción, por este motivo Davis hace unas recomendaciones especiales a quienes van a redactar estas gacetillas publicitarias:

-          Empezar con una afirmación fuerte
-          Redactar sin errores gramaticales
-          Escribir un texto breve y coherente
-          Dar al libro un tono firme y convincente. No hay que tenerle miedo a “vender” el libro.

Parte del proceso de edición es la definición de la cubierta y el interior, por eso el editor debe dedicar mucho de su atención a este trabajo y determinar qué tanta opinión le debe dar al autor. “Lo más sabio es hablar con el autor antes de la tapa de diseño acerca del tipo de cubierta que le gustaría. Si existen verdaderas restricciones presupuestarias, déjele perfectamente en claro que no hay recursos ilimitados para derrochar. Procure descubrir cuál es la impresión del autor, y cuáles los mensajes que él piensa que deberían estar presentes”, sugiere.
La cubierta tiene que ser atractiva desde el punto de vista del marketing, un aspecto muy importante que debe ser hablado en profundidad con esta área. En todos estos procesos, desde que ingresa el original hasta que se tiene el libro terminado y listo para la venta, el editor debe estar atento a no herir susceptibilidades del autor, pero sin dejarse llevar por sus antojos y su desconocimiento del mercado. Estará en la habilidad del editor caminar por la línea floja y superar los diferentes obstáculos que pueden surgir a lo largo de la edición.


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